La tecnología en el fútbol: el jugador invisible

 

Software especializado: el jugador invisible

En los tiempos que corren para obtener resultados, es imprescindible contar con herramientas de software capaces de administrar toda la información correctamente y sacar el máximo provecho de ella. Estas aplicaciones, que denominaremos SoccWare (Soccer-Software), brindan apoyo a los diferentes actores del mundo fútbol, de acuerdo a sus necesidades.

Hay diferentes categorías:

• enfocadas en la táctica/técnica (planificación en el campo de juego) y orientadas para directores técnicos y análisis periodísticos;
• dedicadas a la mejora del rendimiento de los futbolistas;
• especializadas en la gestión deportiva integral (ERP deportivo) y en la administración basada en la relación con los clientes (CRM);
• centralizadas en el almacenamiento de estadísticas y en la explotación de los datos (inteligencia de negocios o business intelligence: BI).

Muchas empresas productoras de tecnología se especializaron en estos últimos años en el desarrollo de estas aplicaciones. La mayoría de estas compañías se dedican en exclusividad a la implementación de software deportivo (caso particular fútbol). Se pueden encontrar herramientas desktop, cliente/servidor, centralizadas, como también software full web, descentralizado, utilizando el concepto de cloud-computing (computación en las nubes) que «corren» bajo diferentes sistemas operativos o plataformas (hardware). 

Lo principal de estos productos es que hayan sido creados bajo un entorno gráfico amigable, para que quienes los utilicen obtengan el máximo provecho. Al mismo tiempo, estas aplicaciones pueden ser ejecutadas en diferentes dispositivos, ya no solo en una computadora de escritorio sino también en laptops, celulares, palms y tablets, entre otros.

 

Dicen que el jugador número 12 es la hinchada, esa que despierta pasión, motivación, el ir por más pese a las adversidades; la que transmite aliento incondicional y empuje constante. 

Hoy existe un nuevo integrante: el número 13; ese número maldito para muchos, pero efectivo para otros: la tecnología. 

Apta para generar cambios trascendentales en el transcurso de un partido: un jugador que no se ve pero se siente, que nunca se cansa ni descansa.

Capaz de revertir hasta lo imposible…