Muchas veces se dice: «Estamos
trabajando en lo nuestro, pensamos en nosotros, si hacemos las cosas como las
estamos ensayando, ¡entonces tendremos éxito!». ¿Es realmente así? ¿Alcanza solo
con comprender «lo nuestro»?, ¿o acaso hay que observar los movimientos del
rival de una forma minuciosa?
Con las tecnologías de hoy
y dentro de esta era digital, no queda otra que hacerlo. Así se estará más
capacitado —no solo emocionalmente— para lograr el objetivo, que puede no llegar,
pero al menos se sabrá que no fue por falta de información. Debe evitarse dar
ventajas a los rivales. Es necesario buscar y conseguir la información
necesaria sobre el oponente, para no tener sorpresas durante el encuentro, que
luego, una vez en marcha, resulte prácticamente imposible revertir.
«Hoy en día no te puedes fiar de nadie», dijo Vicente del Bosque. Se cuenta con las herramientas informáticas (software) para obtener la información y analizarla eficientemente, ¡utilicémoslas! En el pasado no se contaba con la tecnología para poder observar y analizar al adversario. Esto llevaba a veces a tener que disputar ciertos partidos sin el conocimiento necesario, lo que traía aparejado inconvenientes durante la disputa del compromiso.
«Nuestros rivales saben de
nosotros hasta lo que desayunamos», dijo Ruben Israel.
Antes era
más difícil jugar contra Atlanta, Cambaceres o San Miguel, por decirte algunos
equipos. Porque no conocías a sus jugadores, no estaba la televisión. Entonces,
como había diferentes horarios, yo me paseaba por todas las canchas, a veces me
veías en tres estadios diferentes en un mismo día.
(Del libro La última
palabra de Fernando Niembro. Nota realizada al director técnico Ricardo
Caruso Lombardi.)
Más importante aún es hacer
uso de las TIC cuando se está ante eventos internacionales donde se deberá enfrentar
a rivales de otros países, algunos con poca historia en Copas, lo cual podría sorprender
durante el encuentro, y forzaría acciones reactivas que pueden no ser las más
beneficiosas y que determinen un resultado adverso a las aspiraciones
imaginadas.
El mundo actual, la coyuntura de hoy, con el tema de que la información está al segundo, se sabe al detalle las características de todos los jugadores y no se puede esconder nada. Al aumentar el conocimiento sobre los rivales, que llega al extremo de darse como si se estuviera jugando contra ellos todas las semanas, se acortan las distancias. Todos, técnicos y jugadores, reciben la mayor información y saben cómo encarar cada partido.
(Ricardo Tavarelli, en nota realizada
por el diario El País (Uruguay), el 17 de octubre de 2011)
¿Recuerdan el caso del
famoso papelito del golero Jens Lehman, utilizado previamente a la
definición por penales de los cuartos de final del Mundial 2006 entre Alemania
y Argentina? En dicho estudio estaba escrito el análisis realizado a los
jugadores argentinos sobre la tendencia que tenían al momento de ejecutar la
pena máxima. Una idea que resultó en lo ya sabido: ¡la clasificación a las
semifinales de un Mundial!
Otro caso conocido fue el
ipod utilizado por el guardameta del Manchester United, quien se fijó (una vez
culminado el partido contra Tottenham Hotspur), previamente a la ejecución por
penales por la definición de la Copa de la Liga, cómo ejecutaban la pena máxima
sus rivales. El golero Ben Foster atajó el lanzamiento de Jamie O’Hara y con
esto se coronaron campeones al vencer 4-1 en la definición por penales tras el
empate 0-0.
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